En Chile, desde 1929, existe un organismo técnico, la DIPRES, Dirección de Presupuesto, encargado de velar por la asignación y uso eficiente de los recursos públicos. Para ello aplica instrumentos de gestión financiera en el marco de una política fiscal. Como los recursos son escasos (eso hemos creído siempre) y las necesidades muchas, la DIPRES maneja con "mano de guagua" la asignación de dichos recursos. Por eso este organismo se ha constituido en el "cuco" y
todos los años en este mes los Ministerios y sector público esperan con los dedos cruzados, la aprobación de los montos que permitirán la ejecución de sus programas.
Es el Ministerio de Hacienda de quien depende la DIPRES y por ende quien maneja la billetera fiscal. Pero existe otro "cuco" mayor y éste se encuentra en el Parlamento, ya que son los honorables los que discuten las partidas presupuestarias, los que hacen indicaciones, agregan, recortan, en un debate donde las posiciones encontradas no siempre se ponen de acuerdo.
Ahora estamos viendo cómo la oposición al gobierno, la derecha, está actuando mezquinamente, rechazando partidas con el único fin de desprestigiar al gobierno actual, provocar daño a la población la que finalmente explotará y culpará equivocadamente a Boric y su gobierno de la falta de recursos en salud, cultura, educación.
El rechazo en bloque de la oposición de los recursos destinados a 48 SLEP (Servicio Local de Educación) representa un golpe duro. Porque esta entidad, creada en el segundo mandato de Bachelet ha sido priorizada por el Presidente Boric y es el camino para desmunicipalizar la educación y volverla al sistema público. Si bien es cierto los SLEP no solucionan todos los problemas que actualmente presenta la educación básica y media en Chile (provocados por la municipalización), han sido una respuesta eficiente en algunos aspectos como el pago de remuneraciones a los asistentes de educación y profesores. Conocemos casos de municipios que durante años (hasta 15 años algunos) no pagaron las cotizaciones de estos funcionarios, provocándoles gravísimos perjuicios y la imposibilidad de muchos de ellos de acceder a la jubilación por no contar con los años suficientes como cotizantes.
La municipalización provocó el deterioro sostenido de la educación, en un hecho intencionado para destruirla, privilegiando la educación particular (pero financiada por el Estado). Los SLEP pueden y deben invertir en mejoramiento y mantención de infraestructura, en mejorar la calidad del servicio entregado a la comunidad. Pero si se recorta el presupuesto a educación nada de eso será posible y los perjudicados serán, otra vez, los más desposeídos. La máquina de destrucción de la oposición no se limita solamente a educación, también otras carteras se ven perjudicadas, como cultura y salud. La idea es la misma, limitar la influencia del Estado, de lo público, en el bienestar de la población. Como consecuencia aumentará el descontento hacia el gobierno, porque a alguien debe echársele la culpa de los problemas cotidianos y así pavimentarán el camino para presentarse en las próximas elecciones como los salvadores del país. Engaño en el que muchos caen, de ahí lo infame de este sistema de negar recursos que servirían para mejorar la calidad de vida de la mayor parte de la población.
Esperemos que esta mezquina billetera sea rechazada en el Senado y prime el interés público, la solidaridad, la humanidad y veamos en Chile a honorables comportándose a la altura del título que algunos aún no se han ganado.
Rosa Pe?uti? Vukasovi?
Secretaria de Finanzas Regional Aysén
Partido Comunista de Chile