El escenario político regional comienza a tomar forma de cara a un 2025 bastante movido, con elecciones parlamentarias de senadores y diputados en Aysén y con las elecciones presidenciales, pero además porque varias figuras comenzarán a tomar otro carácter desde las propuestas y las críticas al trabajo de quienes quedan en cargos de representación política.
Una de esta figuras es la de Andrea Macías Palma, exgobernadora de Aysén, quien acumuló un importante capital político durante el año y medio que estuvo en el cargo, marcando un liderazgo político directo y con una importante representación entre la comunidad de Aysén. Pero ahora deberá marcar presencia desde una oposición ubicada en un sector político que se ha visto poco a nivel regional.
Comenzando a avizorar cómo será esa labor, Andrea Macías aborda su derrota electoral realizando más críticas que autocríticas y centrando sus proyecciones en el legado que deje su gestión al mando del Gobierno Regional para tapar bocas en los próximos meses.
Según Macías, su derrota se puede explicar más bien por el escenario político nacional, en el que el gobierno está ampliamente cuestionado, y en que los electores -muchos de ellos votando obligatoriamente y sin motivación- les cuesta ver la diferencia entre lo que significa un Gobierno Regional con la administración en La Moneda.
"Hoy ese voto obligatorio, en el caso de la región de la región de Aysén, impulsó a 16.000 nuevos votantes a que lo hagan. De esos 16.000 votos, el 82% se tendencia hacia la derecha. Ahí uno tiene que ser muy crítico a que esto responde a que no hemos tenido la capacidad de diferenciar los distintos tipos de gobierno", señala la exgobernadora.
Según ella, "siempre haberme reconocido como parte del conglomerado del gobierno nacional, también nos pega, porque no hay una lectura, sobre todo de aquellos votantes que lo hacen de manera obligada".
Otro de los factores en los que ahondó al momento de analizar su derrota es que "está cómo se instalan discursos que fueron mermando el trabajo que nosotros hemos hecho".
La militante socialista asegura ser "muy crítica de esta política que está en la constante queja y tirar al boleo y he procurado no caer en esa dinámica". "Tenemos 470 iniciativas en ejecución en las diez comunas de la región y las cosas no se hacen solas. Entonces creo que también fallamos comunicacionalmente al tomar una decisión de no ser una administración agresiva que está contrarrestando. Quizás nuestro análisis no fue el correcto en decir 'no quiero caer en este espacio de la pelea chica', porque creo que nos ha dañado como país".
Ejecución presupuestaria
Por otro lado, también culpó a los medios de comunicación regional de permitir "con mucha liviandad, que se instalen temas sin la capacidad de investigar o preguntar".
De acuerdo a la visión de la exgobernadora, "aquí tuvimos meses, desde marzo, diciendo que el Gobierno Regional no ha ejecutado nada, la gobernadora no ha ejecutado nada, vamos en un 1%. El presupuesto del Gobierno Regional se abrió en marzo, por lo tanto qué posibilidades tienes de ejecutar. Salir a pelear eso… es mejor enfocarse en la pega. Ahí yo hago la autocrítica, podría haber dicho 'vamos a salir a desmentir con todo, aunque tengamos que dedicar la vida a pelear y no fue lo que decidimos. La gente me eligió en su momento para trabajar y no para andar peleando en las radios".
Consejeros que se olvidaron del proyecto colectivo
También da a entender que se fue quedando sola dentro del propio Consejo Regional de Aysén, donde cada uno de los actores fue privilegiando su interés personal por sobre el proyecto colectivo que se proyectó en un comienzo. En ese sentido, fue crítica de los consejeros regionales que en su afán de mantener una independencia política prefirieron no apoyar las iniciativas del GORE.
"Nos encontramos con personas que finalmente no responden. 'Yo fui por acá, pero yo soy independiente entonces me da lo mismo, entonces yo no apoyo'. De ambos lados, hoy no tenemos una derecha y una izquierda. Un llamado a la responsabilidad política fue lo que nos faltó. Si hay que hacer una autocrítica, creo que el llamado a la responsabilidad política pasa finalmente por reconocer que hay proyectos políticos colectivos", remarca.
Relaciones mermadas con el mundo empresarial
Otro de los aspectos en los que Macías constantemente estuvo recibiendo críticas, fue en torno al rol del GORE frente al desarrollo regional. Macías se explaya comentando que "aquí hubo decisiones que yo tomé como ejecutivo que fueron mermando las relaciones con ciertos actores, a propósito de lo que se instala, de lo subjetivo. Esto de que 'a la gobernadora le carga el fomento productivo'. Por favor, lo que más requiere la región es crecer. Cuando se dice que no le gusta el sector privado. Quiénes empujamos porque tengamos una Corporación de Desarrollo Regional que es un espacio de encuentro entre la inversión pública y privada, porque entendemos que al privado le sale carísimo. No fuimos nosotros quienes nos opusimos. Fueron los mismos que después salen criticando y diciendo que hay un alejamiento del sector privado. Las EMCPO, cuando se dice que la gobernadora está en contra del desarrollo de la industria acuícola? Por favor, fuimos los únicos capaces de presentar una propuesta porque sí creemos que en el maritorio de Aysén cabemos todos, porque ya lo logramos con la comunidad Nahuelquin-Delgado".
En el caso de las EMPCO rechazadas, Macías recuerda que desde el GORE ofrecieron opciones para llegar a un acuerdo y delimitar los espacios que se solicitaban, "porque es una locura lo que se estaba pidiendo, si eso es evidente. Pero lo que se instaló es que la gobernadora estaba a favor de que eso se entregue y eso va a matar a la industria. Es cosa de mirar las presentaciones. Nosotros votamos por modificar el polígono y reducir de 600 mil, solo sacando algunas que nosotros veíamos, reducíamos como a 36.000 (las hectáreas). Esa fue la pega que no se hizo antes. Por eso el reclamo que yo hacía al gobierno nacional, de decir si Conadi hubiera hecho la pega previa?"
Según su análisis, "se fueron instalando cosas en este sentido que fueron mermando ciertas relaciones. Eso impactó efectivamente en el resultado electoral".
¿Futuro en el Congreso?
Lo que sí es un hecho, es que la renuncia de Macías al Gobierno Regional no fue una sorpresa para nadie. Luego de no conseguir la reelección en el cargo, su liderazgo está a las órdenes del Partido Socialista que puede ver en su figura a una futura diputada o senadora.
Sobre este punto, Macías no se atreve a decirlo con esas palabras, pero señala que "como cualquier partido de este país, se busca llegar a los espacios de tomas de decisiones. Para eso hay personas, liderazgos que se van construyendo, que emergen. Poder llegar a esos espacios implica tener que estar habilitado. Mi renuncia tiene que ver con que la ley me obliga (?) No es que uno abandone el buque. Hoy estoy haciendo una renuncia para quedar habilitada en caso de que se tome la decisión de que el partido dispute un espacio".
Finalmente señala que "esto no es lo que Andrea Macías quiera. Yo nunca dije que quería ser gobernadora. No solo el Partido Socialista, muchas personas (?) hay una base social que me lo dice, no solo ahora. Gobernadora usted tiene que seguir. Por lo tanto, uno siendo militante siempre está a disposición. En política esto es así, hay momentos en los que uno tiene que estar y otros en los que no. Pero lo que no nos íbamos a perder es la posibilidad de quedar habilitados (?) Lo que no nos podía pasar era no quedar habilitados para afrontar un proceso cuando el escenario político nos diga que sí es el momento".
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