Los avances científicos y tecnológicos en la atención sanitaria han mostrado un significativo desarrollo. Sin embargo, si bien estos adelantos contribuyen a mejorarla, conllevan a cuestionamientos relativos a la humanización, ya que, en ocasiones, se desconoce que el centro de la atención de salud es la persona, con valores, principios y derechos, afectando la dignidad y calidad de vida de los actores implicados.
Afortunadamente, a nivel mundial y nacional, cobra con fuerza la implementación de nuevas prácticas que se incorporan para permitir una atención humanizada, de manera más integral en el bienestar emocional y físico de los pacientes.
El trato humanizado y la atención integral no son conceptos nuevos, pero su aplicación en el entorno hospitalario ha tomado nuevas formas. Esta nueva mirada y enfoque no solo tiene que ver con la persona enferma, si no que involucra a la familia, y también al personal sanitario y administrativo de los establecimientos de salud.
En una revisión de estudios internacionales sobre la Humanización, se destacan puntos en común, aspectos fundamentales que están relacionados con los valores necesarios para entregar una atención humanizada, que integran conceptos como la atención segura y acogedora, teniendo en cuenta la dignidad, la calidad de vida, el respeto, la integralidad y la autonomía de las personas. Además, se resalta la importancia de brindar información adecuada frente a los procedimientos que se realicen y que éstos no sean mecanizados, que se consideren estas dimensiones en la atención y cuidados, con la integración de las nuevas tecnologías.
Los desafíos para los equipos de enfermería, compuesto por enfermeras, enfermeros, TENS y auxiliares, son significativos ya que son quienes entregan casi el 70 % de las intervenciones que reciben los usuarios. Debemos estar capacitados e informados para entregar un desempeño profesional coherente con las estrategias ministeriales y también para desarrollar estrategias locales en las distintas unidades y servicios del Hospital Regional Coyhaique.
Entonces, la pregunta ¿Estamos cuidando realmente de nuestros pacientes? nos invita, como equipos de enfermería, a reflexionar sobre los cuidados mínimos a entregar, si entregamos dignidad y buen trato en cada una de las atenciones y cuidados acorde a las necesidades individuales de nuestros pacientes.
En el contexto legislativo, nuevas leyes regulan y apuntan a brindar protección a los grupos más vulnerables, como los niños, adolescentes y los adultos mayores; también el derecho a la identidad de género, todas políticas de salud que buscan asegurar que todos los pacientes sean tratados con el respeto y la dignidad que merecen. Por otra parte, el concepto de "buen morir" es igualmente importante, garantizando que los pacientes terminales reciban cuidados que respeten su dignidad hasta el final.
Estas y otras reflexiones sobre el trato humanizado en la atención en salud son necesarias hoy en día, en el que invito a preguntarnos constantemente si estamos haciendo todo lo posible para cuidar de nuestros pacientes de una manera integral, no solo en su bienestar físico, dicho está, sino que también el emocional y espiritual de quienes están bajo nuestros cuidados.
En conclusión, estamos avanzando hacia la humanización, no porque sea solo una tendencia, sino porque constituye un compromiso ético con las necesidades actuales en la atención de salud.
Es en este proceso que como equipos de enfermería jugamos un papel crucial, que con dedicación, conocimiento y empatía, buscamos asegurar que nuestros pacientes reciban el trato digno y respetuoso que merecen.
Reflexionemos y actuemos en pro de un cuidado que no solo cure, sino que también reconforte y dignifique.