Editorial, Redacción Quedan 3 meses y 15 días de Gobierno y el transitar por este 2025, con sus luces y sombras, ha sido complejo, ya que se al Ejecutivo le costó mucho revertir el ambiente de incertidumbre colectiva que se instaló en el país y con especial +énfasis en la región de Aysén.
Estamos en la etapa final del mandato del Presidente Gabriel Boric y como habitantes de Aysén, seguimos llenos de expectativas y con el deseo de ver a nuestro país y nuestra región con mejores indicadores de desarrollo. Se trata de anhelos que por cierto son transversales y no tienen ningún sesgo político, sino que simplemente la convicción que tienen los aiseninos y aiseninas de ver transformar a este territorio en un lugar más integrador y acogedor para sus habitantes, una región con más oportunidad y menos brechas en todos los ámbitos.
Y aun cuando el país enfrenta un evidente repunte y no se cae a pedazos, como algunos sectores pretenden instalar, a nivel regional vemos una realidad que nos mantiene como sociedad aún con incertidumbre.
No obstante, estimamos que la convicción ciudadana es transversal y de consenso; siempre es posible una mejor gestión gubernamental, por lo que decisiones relevantes para el futuro de Chile y sus regiones se deben adopten con participación activa de todos y todas, con más diálogo, tolerancia, sentido común y trabajo colaborativo.
Necesitamos que se genere un clima de mayor confianza y de diálogo, si queremos avanzar en serio y lograr mejores estándares de desarrollo, ya que como suele ocurrir, a veces las autoridades enfrentan las dificultades con más entusiasmo que propuestas, como mucho discurso y pocas acciones.
Insistimos, por sobre la ideología del gobierno de turno y de lo que piense cada ciudadano/a, profundizar y enriquecer la democracia es un ejercicio permanente de tolerancia y de profundo respeto por las diferencias. Por lo mismo, la gente pone sus expectativas, que son muy variadas, en la gestión del Ejecutivo, esperando que todo sea prioritario y urgente.



















